Y cuando un hombre
extiende sus brazos
abraza el universo
bordea el horizonte
señala la discrepancia
con el hombre
pero sobrevive
permuta con el tiempo
la flaqueza del destino
y deriva a todos ellos
la deriva de los nombres
y es ante la postura sumaria
del designio
cuando se postula ígneo autodidacta;
al dolor de brazo derecho
lo llamará: angina de pecho
al dolor de corazón: infarto
a la ausencia: soledad
a la soledad: búsqueda.
Ya extendidos los brazos
anhela la contradicción;
parar herido
o continuar intacto